El medio costarricense Teletica publicó un reportaje sobre diversas irregularidades ambientales ocurridas en Playa Hermosa. Vecinos y ambientalistas afirman que se están registrando enormes daños en un humedal allí ubicado.
El movimiento Salvemos Hermosa surgió en respuesta a los reclamos de la comunidad de que los desarrollos inmobiliarios descontrolados están destruyendo los manglares y poniendo en peligro a las especies que habitan la zona.
El abogado ambientalista Walter Brenes dijo a periodistas de Teletica que se están emitiendo los permisos de viabilidad ambiental y construcción sabiendo que esto perjudica los humedales de la zona. Incluso, señaló que existe un mapa que las autoridades no han oficializado, en el que se puede observar que la cobertura de los humedales es mucho mayor a lo que se presenta en los mapas comúnmente utilizados por las autoridades.
“Desde el año 2016 el SINAC determinó la existencia del humedal en la zona. Por razones que desconozco, el Municipio de Garabito y el SINAC no han podido llegar a un acuerdo para defender los humedales. Tenemos un vertedero sin precedentes, al que yo llamo a cielo abierto”, afirmó el abogado.
El abogado también mencionó que cuando inició su investigación vio que había diferentes mapas que establecían claramente qué humedales eran humedales. Ahora, estas áreas están completamente desarrolladas. Brenes consultó con los administradores estatales de humedales y las respuestas fueron evasivas.
Además, los vecinos señalaron que, en muchas ocasiones, se dan permisos para la construcción de viviendas con ciertos tamaños y requisitos, pero que, al momento de la construcción, no se cumplen.
Brenes también señaló que el curso del río que alimenta la Laguna Pochotal fue modificado por diversos proyectos inmobiliarios que recibieron el visto bueno de las autoridades.
Otro punto importante es que el daño ambiental está destruyendo una importante fuente de ingresos para la comunidad: el surf. Los lugareños afirman que el daño ambiental está cambiando el oleaje ya que altera los procesos naturales de los ríos y el mar, así como la geografía de la costa.
Uno de los desarrollos urbanos que tuvo roces ambientales, según el artículo periodístico, fue Mistico. Luego de consultar con la empresa, respondieron que les otorgaron todos los permisos correspondientes y negaron haber construido en un manglar. Sin embargo, enfatizaron que el Municipio sí tiene cambios de criterio abruptos e inconsistentes.
Mientras tanto, el Municipio optó por el silencio y no se pronunció en absoluto sobre las acusaciones.
