En un hecho significativo en la lucha continua contra el tráfico de drogas en América Central, las autoridades hondureñas han detenido a un estrecho colaborador del ex presidente Juan Orlando Hernández. Este arresto se produce después de la reciente condena de Hernández por cargos de tráfico de drogas en una corte de Nueva York. La captura fue anunciada el viernes por el Ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, destacando los continuos esfuerzos para desmantelar redes de tráfico de drogas vinculadas a figuras políticas de alto nivel.
El individuo en cuestión, Mario José Cálix, también conocido con el alias “Cubeta”, tiene 42 años y anteriormente se desempeñó como vicealcalde de Gracias, un municipio en el noroeste de Honduras. Cálix, quien se presume forma parte de la estructura criminal asociada al ex presidente, fue detenido en el departamento oriental de Olancho. Este arresto marca un paso crucial en las investigaciones en curso sobre operaciones de tráfico de drogas que han afectado a Honduras y la región.
El Ministro Sánchez brindó detalles de la operación en una conferencia de prensa, declarando: “El acusado está siendo trasladado a la capital donde será presentado ante la autoridad judicial que ordenó su captura en las próximas horas”. Esta rápida acción demuestra el compromiso del gobierno hondureño de cooperar con los esfuerzos internacionales en materia de aplicación de la ley.
La captura de Cálix fue facilitada por un sistema de recompensas implementado por el Ministerio de Seguridad. A principios de esta semana, el ministerio ofreció recompensas por información que condujera al paradero de 16 capos de la droga buscados para extradición por Estados Unidos. En el caso de Cálix, la recompensa ascendió a $40,000, una estrategia que Sánchez confirmó que “funcionó” para lograr este arresto.
La solicitud de extradición de Cálix data de 2019 y fue emitida por el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York. Curiosamente, esta es la misma corte donde el ex presidente Hernández fue declarado culpable de tres cargos de tráfico de drogas el 8 de marzo de este año. El ex presidente, quien estuvo en el cargo desde 2014 hasta 2022, fue acusado de conspirar para importar un asombroso total de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022. Hernández ahora enfrenta una sentencia el próximo miércoles, con la posibilidad de recibir cadena perpetua.
El caso contra Hernández y sus colaboradores ha arrojado luz sobre las conexiones arraigadas entre el poder político y el tráfico de drogas en Honduras. El hermano del ex presidente, Antonio “Tony” Hernández, fue sentenciado a cadena perpetua en marzo de 2021 por tráfico de drogas a “gran escala” después de ser arrestado en el aeropuerto de Miami.
Estos casos de alto perfil forman parte de una tendencia mayor en la lucha de Honduras contra el tráfico de drogas. Desde 2014, aproximadamente cincuenta hondureños han sido extraditados a Estados Unidos por cargos relacionados con drogas, mientras que otros se han entregado voluntariamente cuando enfrentaron enjuiciamiento.
