Ortega Defiende Régimen Mientras Nicaragua Celebra el Hituerto de la Revolución

Ortega Defends Regime as Nicaragua Celebrates Revolution Milestone

El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa Rosario Murillo encabezaron un evento artístico y político en Managua para celebrar el 45 aniversario de la revolución sandinista, al que asistieron enviados de Cuba, Rusia, Venezuela y otros países.

Miles de personas vestidas de blanco asistieron a la ceremonia nocturna, que concluyó una semana de celebraciones y presentó una actuación cuidadosamente coreografiada con música y bailes.

La audiencia ondeaba banderas nicaragüenses blancas y azules, así como banderas rojas y negras del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que derrocó al dictador Anastasio Somoza el 19 de julio de 1979.

“Somos libres y nunca seremos esclavos nuevamente. Nunca nos venderemos ni nos rendiremos”, dijo Murillo durante el evento, al que asistieron delegaciones oficiales de al menos 18 países. Además, Irán y Corea del Norte enviaron cartas de saludo.

“Cuba rechaza las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo yanqui (estadounidense) y sus aliados contra la hermana Nicaragua”, declaró Ramiro Valdés, líder histórico de la revolución cubana, de 92 años.

Vyacheslav Volodin, Presidente de la Duma Estatal (cámara baja del parlamento) de Rusia, leyó un mensaje de saludo destacando los lazos de amistad entre el Presidente Vladimir Putin y Nicaragua. También habló un enviado de Bielorrusia.

Alfabetización y Reforma Agraria

La ceremonia, que duró más de cuatro horas, concluyó con un discurso de Ortega, un ex guerrillero de 78 años. El Presidente destacó los avances en alfabetización y reforma agraria del régimen revolucionario en medio de la lucha contra los rebeldes ‘contras’ respaldados por Estados Unidos en la década de 1980.

“La Unión Soviética […], siendo una potencia, no vino aquí a llevarse las riquezas de Nicaragua sino a dar una mano al pueblo nicaragüense para ayudarlo a desarrollarse”, dijo Ortega, quien criticó a Ucrania, Israel y Estados Unidos.

La celebración en la Plaza de la Fe de Managua se llevó a cabo en medio de críticas de Estados Unidos, la Unión Europea y organizaciones internacionales por el gobierno autoritario de Ortega desde las violentas protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos, cientos de detenidos y miles exiliados, según la ONU.

Ortega afirma que las protestas fueron un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington. Desde entonces, cientos de políticos, periodistas, intelectuales, sacerdotes y críticos del gobierno han sido encarcelados, perseguidos, expulsados del país y despojados de nacionalidad y propiedades.

Líder Palestina

Leila Khaled del Frente Popular para la Liberación de Palestina también habló en la ceremonia, diciendo: “Gaza está pidiendo ayuda hoy.” “Triunfaremos, como lo hicieron ustedes hace 45 años”, declaró, denunciando las acciones de Israel contra el pueblo palestino.

“Estos 45 años se celebran más que nunca porque ha valido la pena”, dijo el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Iván Gil. También se enviaron saludos desde algunas naciones africanas.

Ortega gobernó tras el triunfo de la revolución sandinista. Perdió las elecciones de 1990 y regresó al poder en 2007. Desde entonces, ha sido reelegido en elecciones cuestionadas por la comunidad internacional.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo este viernes en Guatemala que tiene una “gran preocupación” por la situación en Nicaragua y que no hay “cooperación” por parte del gobierno de Managua con su oficina.

Los asistentes, incluyendo cientos de niños, cantaron canciones y aplaudieron los discursos de Ortega y los invitados, así como las palabras de Murillo, quien actuó como maestra de ceremonias.

Se llevaron a cabo reuniones comunitarias, eventos e inauguraciones de instalaciones estatales en todo el país durante una semana. También se rindieron homenajes en las tumbas de los guerrilleros que murieron en la lucha contra la dictadura de Somoza.

Después de dejar el poder, Somoza se exilió y se instaló en Asunción, donde fue asesinado por un grupo de guerrilleros argentinos en septiembre de 1980.

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