El Ascenso de Brisa Hennessy

The Rise of Brisa Hennessy

Brisa Hennessy ha cautivado al mundo con su excepcional talento, encantadora personalidad e inspirador viaje. Nacida en 1999 en San José y criada en la selva de Matapalo en la Península de Osa, Brisa Tomi Hennessy Kobara pasó sus primeros nueve años enamorándose del surf en la costa del Pacífico Sur de Costa Rica.

Su infancia transcurrió alejada de la civilización, en una casa sin ventanas, puertas o electricidad, lo que le permitió forjar una profunda conexión con la naturaleza desde muy joven.

Sus padres, Michael, originario de California, y Katherine Malia, de Hawái, dirigían una escuela de surf en Pan Dulce, la playa donde Brisa se enamoró por primera vez del surf. Sus padres se habían mudado a Costa Rica en 1995 después de un viaje por carretera desde EE. UU. a través de América Central. Encantados por el país, decidieron establecerse allí.

La joven Brisa asistió a la Escuela La Carbonera en Puerto Jiménez, a pocos minutos de su hogar en la zona de Matapalo. Con solo tres años de edad, la futura superestrella del surf de Costa Rica ya estaba surfeando sus primeras olas en Matapalo. Esas primeras olas la vieron ponerse de pie en una tabla de surf por primera vez, encendiendo un sueño en su corazón joven.

Los Hennessys llevaban una vida sencilla y tranquila, donde cada día era una aventura. Rodeados por la selva y encarnando la esencia del estilo de vida costarricense, vivían el verdadero Pura Vida.

La nativa de Matapalo luego se mudó a Oahu, Hawái, con su familia, donde continuó practicando el deporte que corre por sus venas. Allí, comenzó a competir y mostrar sus habilidades naturales y excepcionales para el surf. Incluso representó a Hawái, ya que inicialmente no sabía que podía surfear por Costa Rica. Posteriormente, se mudó a Fiyi, donde continuó surfeando y perfeccionando sus habilidades.

Siempre con una sonrisa en su rostro, Brisa irradia amor y bondad. Es una de las atletas más queridas en el circuito y es adorada por los fanáticos. Sus resultados han sido sobresalientes desde el primer día, convirtiéndola en una de las mejores surfistas del mundo.

Sin embargo, el camino no ha sido todo de color de rosa para la joven de 24 años. Crecer bajo la presión de ser una atleta femenina en el ojo público es difícil. Esto llevó a Brisa a luchar contra la dismorfia corporal y un trastorno alimenticio que duró casi tres años. Perdió su menstruación durante dos años y enfrentó un largo camino hacia la recuperación.

En 2022, a la atleta se le diagnosticó hipotiroidismo. Presenció cambios significativos en su cuerpo y tuvo que ajustar su estilo de vida. Luego, el año pasado, le diagnosticaron un adenoma hipofisario, que le causó niebla mental, una energía increíblemente baja y requirió un duro proceso de recuperación.

Brisa también ha sido defensora de la salud mental, compartiendo sus propias luchas y experiencias personales con la depresión. Ha encontrado más amor propio y compasión a través de este desafiante viaje, lo que le ha ayudado a ganar perspectiva y convertirse en quien es hoy.

Incluso sin sus brillantes logros o talento natural para el surf dado por Dios, Brisa Hennessy brilla por sí misma. Dondequiera que vaya, esparce felicidad y amor e inspira a millones a perseguir sus sueños.

La niña de tres años que aprendió a surfear en Matapalo se ha convertido en una atleta destacada que ha competido en dos Juegos Olímpicos, es la surfista número 4 del mundo en la actualidad y ha llevado la camiseta amarilla en la WSL. Pero esto es solo el comienzo, ya que continúa forjando una tremenda carrera.

Su amor por el gallo pinto, su elección de representar a Costa Rica, su orgullo por llevar la bandera del país dondequiera que vaya, su compromiso con sus raíces y su capacidad para volver más fuerte manteniendo una actitud humilde y positiva; no hay nadie que encarne mejor el espíritu de ‘Pura Vida’ que Brisa Hennessy.

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