Costa Rica ha sido clasificada como el país con la peor comida en las Américas, según la revista TasteAtlas. Este resultado proviene de una investigación que evaluó la calidad de los platos y productos alimenticios de varios países.
TasteAtlas, una enciclopedia de sabores, es un atlas mundial de platos tradicionales, ingredientes locales y restaurantes auténticos. Ha catalogado más de 10,000 alimentos y bebidas en todo el mundo, ofreciendo recetas y recomendaciones de comida en cientos de regiones.
Aunque a los ticos les encantan platos como gallo pinto, tortillas, olla de carne y picadillos, la guía señala que estos no son comparables con platos de otras partes del mundo.
Cada año, TasteAtlas recopila miles de calificaciones sobre platos tradicionales y productos a nivel mundial. Para cada país, el estudio selecciona 50 de los platos más representativos, calificándolos en una escala del 0 al 5, donde 0 es la calificación más baja y 5 la más alta.
En su evaluación más reciente, Costa Rica recibió una puntuación promedio de 3.76, colocándola en el último lugar en las Américas. A pesar de esta baja calificación, algunos platos tradicionales costarricenses lograron destacarse. Entre ellos se encuentran el casado, gallo pinto, olla de carne, pargo relleno, picadillo de papaya, vino de coyol y guaro.
El casado obtuvo la calificación más alta, con un puntaje de 4.2 sobre 5, convirtiéndose en el plato más popular del país. México ocupó el primer lugar en las Américas, con una puntuación de 4.5, y se ubicó en el séptimo lugar a nivel mundial. Le siguieron Perú, con una puntuación de 4.54, y Brasil, con 4.52.
Justo por encima de Costa Rica en la clasificación están Honduras, con una puntuación de 3.77, y Guatemala, con 3.78. A pesar de los resultados, está claro que los costarricenses valoran sus platos tradicionales, algunos de los cuales incluso han sido nombrados entre los más saludables y considerados alimentos energéticos. También representan un sabor de la rica cultura del país, transmitida de generación en generación.
