La congresista Sofía Guillén del Frente Amplio acusó al gobierno del Presidente Rodrigo Chaves de ser un “narco-gobierno”. “Ya estamos viviendo en un narcoestado. Lo que pensábamos que nunca nos sucedería finalmente ha ocurrido”, declaró Guillén.
Sus afirmaciones se basan en varios incidentes: los kilos de cocaína que salieron de Costa Rica hacia Europa después de que se estableció la Operación Soberanía, la compra irregular de carpas destinadas a las prisiones y la reubicación de la Academia de la Guardia Costera de Quepos a Pococí.
“Estamos hablando de un narco-gobierno, que consciente o inconscientemente facilita a estos grupos criminales”, agregó. La legisladora hizo referencia a un artículo reciente del New York Times, que afirmaba que Costa Rica había superado a México como el principal punto de tránsito de cocaína en América Latina. También señaló la dependencia del gobierno en escáneres, que se promocionan como una herramienta clave en la lucha contra el tráfico de drogas.
“¿Recuerdan cuando hicimos obligatorio durante las negociaciones del Eurobono que instalaran escáneres y se resistieron? ¿Recuerdan lo mucho que presionamos por los escáneres? Los obligamos a instalarlos, proporcionamos más recursos a la seguridad pública, y sin embargo, 1,240 kilos de cocaína todavía se escabullen por las fronteras bajo sus narices. Esto no es ingenuidad o incapacidad. Hay un claro favoritismo en juego”, argumentó Guillén.
Según ella, el enfoque actual de centrarse en las ventas a pequeña escala es ineficaz. “Seguir apuntando al minorista no hace nada. Claro, aquellos que cometen crímenes deben ser castigados, pero seamos realistas: ir tras el último eslabón de la cadena no afectará a los cárteles de la droga. Debemos apuntar a los líderes de estos cárteles atacando el lavado de dinero y la riqueza ilícita. Debemos golpearlos donde más les duele: en sus finanzas”, afirmó Guillén.
Elogió a la OIJ por sus esfuerzos diligentemente y operaciones exitosas pero criticó los proyectos de ley de seguridad del gobierno. “Nuestros esfuerzos no son suficientes. Con todo respeto, gran parte de la agenda de seguridad en esta Asamblea está impulsada por posturas políticas y proyectos de ley sensacionalistas que no abordan los problemas reales. Necesitamos leyes que enfrenten directamente a los jefes de la droga”, concluyó Guillén.
