Al menos 278 periodistas se han visto obligados a abandonar Nicaragua en los últimos seis años para escapar de la persecución del gobierno de Daniel Ortega, según un informe publicado este lunes por la Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).
“El número de periodistas exiliados es de aproximadamente 278, incluyendo reporteros, fotógrafos y otros trabajadores de medios”, dijo la ONG en un informe trimestral sobre la libertad de prensa en el país centroamericano. El conteo anterior era de 263, lo que significa que 15 periodistas se exiliaron entre julio y septiembre, según FLED, que opera desde Costa Rica.
“La intensificación de la represión estatal ha obligado a varios periodistas al exilio y ha llevado a otros a abandonar la profesión como medida de supervivencia”, señala el informe. También critica las reformas legales aprobadas por Managua para silenciar las voces críticas. La ONG, que forma parte de la red regional de defensa de la prensa Voces del Sur, señaló que julio, aniversario de la victoria de la revolución sandinista de 1979, “marcó un período particularmente difícil para los periodistas en Nicaragua”.
Agregó que durante ese mes, los periodistas “enfrentaron un aumento alarmante en hostigamientos, redadas y robos de equipos tecnológicos”, y desde entonces, la periodista Fabiola Tercero ha estado “en un estado de desaparición forzada”. “Ninguna entidad gubernamental ha proporcionado información sobre su paradero, y ella no estaba entre los 135 nicaragüenses liberados de prisión y exiliados a Guatemala el 5 de septiembre”, afirmó FLED.
El 6 de septiembre, un colectivo de prensa guatemalteco afirmó que Tercero estaba entre los 135, pero luego eliminó la declaración de sus redes sociales. FLED indicó que “la retórica estigmatizante no ha cesado”, ya que el gobierno de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, “continúan utilizando a sus funcionarios […] para atacar a los periodistas y […] amenazarlos con la aplicación de leyes represivas”.
La ONG criticó la reforma de la ley de ciberdelitos, que aumentó las penas y abrió el camino para condenar a individuos por publicaciones en redes sociales. La represión ha escalado en Nicaragua desde las protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos en tres meses, según la ONU.
Ortega, un ex líder guerrillero que gobernó en la década de 1980 después de la victoria de la revolución y regresó al poder en 2007, afirma que las protestas de 2018 fueron un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
