Reviviendo el Auge Económico Perdido de Panamá

Entre lechugas y sacos de papas, Doralicia Moreno, una vendedora en el mercado más grande de Panamá, se queja de que “la afluencia de clientes es mínima” y anhela que el nuevo presidente restaure la prosperidad.

“No creo que haya alguien aquí en este mercado que diga: las cosas aquí están bien,” dijo esta empleada de ‘Merca Panamá,’ donde se vende el 80% de las verduras consumidas en la capital.

“Los panameños no pasaron (antes) por el tipo de problema que estamos experimentando ahora,” lamenta la vendedora de 39 años. “Es un país muy pequeño para la cantidad de candidatos (ocho) que tenemos para la presidencia, y no sé por quién votar el domingo,” agregó.

Andrés Vlieg, quien compra verduras en el mercado para su tienda en la ciudad satélite de Arraiján, también lamenta que “las ventas en este momento están un poco lentas.”

“Hubo un auge increíble antes, los panameños tenían trabajo en todas partes, no faltaba nada, todo estaba bien,” dijo el comerciante de 53 años.

Muchos panameños sienten nostalgia por la situación económica de hace una década cuando hubo un auge inmobiliario sin precedentes y grandes obras de infraestructura, como la ampliación del Canal de Panamá y la construcción del primer metro en América Central.

Panamá tiene una economía de servicios dolarizada, atractiva para la inversión extranjera, un sistema financiero internacional, y la zona franca más grande de América Latina. Su motor, el canal interoceánico, contribuyó con $2.544 mil millones al tesoro en 2023.

El PIB de Panamá creció un 7.3% en 2023 según el gobierno y un 6.5% según el Banco Mundial, por encima del promedio latinoamericano (2.2%, según la CEPAL). También es un país con un alto ingreso per cápita en América Latina ($17,357.6 en 2022, según el Banco Mundial).

Sin embargo, el 45% de los trabajos panameños son informales, y el desempleo ronda el 9%. Un tercio de la población rural vive en la pobreza, y los sindicatos se quejan de que el poder adquisitivo ha caído un 10% desde 2016.

Clase Media de Panamát

El economista panameño Horacio Estribí afirma que “el crecimiento económico se ha concentrado en beneficiar a grupos muy específicos y muy poco o nada a aquellos con bajos ingresos.”

Pero la clase media también se siente abrumada, especialmente por los aumentos en las tasas de interés hipotecarias y los precios de la gasolina. “La economía, incluso para aquellos de nosotros que somos de clase media, ha sido muy golpeada,” dijo el emprendedor de aplicaciones móviles Carlos Montero.

Montero recuerda pagar una cuota mensual de $500 por un préstamo para la compra de su apartamento en el barrio bohemio El Cangrejo. Luego subió a $700 y ahora a $950. “No podemos soportar cinco años más con una situación económica que sigue disminuyendo,” dijo el emprendedor de 48 años.

Vlieg dice que espera que el nuevo presidente “haga lo mejor por el país.” Pero “no podemos impedir que roben, porque es algo que llevan en su sangre como ADN,” expresó.

¿Más Impuestos?

Quien sea el próximo presidente debe asegurar que el suministro de agua para el canal esté seguro, afectado por una sequía que ha reducido el tránsito de barcos y amenaza los ingresos fiscales.

El Fondo de Seguridad Social “se quedará sin recursos para el pago de pensiones en 2025,” asegura Esteban Tamayo, economista del banco estadounidense Citi para los países andinos, América Central y el Caribe.

El Fondo paga alrededor de $1.760 millones anuales en pensiones. Además, el país enfrenta un arbitraje internacional debido al cierre en 2023 de una mina de cobre a cielo abierto con capital canadiense.

“Un fallo en contra del arbitraje en el caso de la mina implicaría una responsabilidad contingente muy amplia para el gobierno,” señala Tamayo. La empresa minera reclama $20,000 millones en compensación, según los medios locales.

“Con esto en mente, y con la posibilidad de perder la calificación de inversión, el próximo presidente debe pronto […] presentar un plan de ajuste fiscal, posiblemente incluyendo aumentos de impuestos,” agrega.

Estribí señala que el país tiene “un canal que produce tan buenos resultados, que no ha sido necesario reformar el sistema tributario.” Pero Montero advierte que “un nuevo impuesto sería en realidad un corte a la yugular” de los panameños.

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