Una nación de contrastes y oportunidades:

Panamá, una estrecha nación de América Central que celebrará elecciones presidenciales este domingo, ha cobrado prominencia en la crisis migratoria regional a pesar de su próspera economía impulsada por el Canal de Panamá interoceánico. La ubicación estratégica del país y el Canal de Panamá, que maneja el 6% del comercio marítimo mundial, han contribuido a su crecimiento económico, siendo Estados Unidos y China sus principales usuarios.

Sin embargo, el sistema político de Panamá ha estado marcado por el clientelismo y la corrupción, con el expresidente Ricardo Martinelli buscando recientemente asilo para evitar la prisión por lavado de dinero.

La reputación del país se ha visto empañada por su estatus como paraíso fiscal, agravado por el escándalo de los “Papeles de Panamá” en 2016, que reveló una evasión fiscal generalizada y el lavado de dinero a través de bufetes de abogados panameños. A pesar de las reformas legales introducidas después del escándalo, Panamá sigue en la lista de “paraísos fiscales” de la Unión Europea.

Además, el país enfrenta desafíos como la pobreza, la escasez de agua potable y un deficiente sistema de recolección de basura, mientras que la inhóspita selva del Darién en la frontera con Colombia sirve como un pasaje peligroso para los migrantes que viajan de América del Sur a Estados Unidos.

El Canal

El Canal de Panamá, de 80 km de longitud, conecta el Pacífico con el Atlántico y maneja el 6% del comercio marítimo mundial. Sus principales usuarios son Estados Unidos y China, con los cuales el país ha fortalecido sus lazos económicos e de inversión después de romper con Taiwán en 2017.

Estados Unidos lo completó en 1914, después de un intento fallido de los franceses. Durante 86 años, la Zona del Canal fue un Estado dentro de otro Estado.

En 1977, el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y el general nacionalista panameño Omar Torrijos, firmaron acuerdos para transferir el canal a Panamá a finales de 1999. Ampliado en 2016, es el motor de la economía del país, que creció un 7,3% en 2023.

Noriega y Estados Unidos

El 20 de diciembre de 1989, el Ejército de Estados Unidos invadió Panamá y derrocó al dictador Manuel Antonio Noriega, a quien capturaron y llevaron a Estados Unidos, donde fue condenado por tráfico de drogas.

Oficialmente, la invasión dejó alrededor de 500 muertos, pero algunas organizaciones afirman que fueron miles, especialmente en el bombardeo del barrio El Chorrillo, cerca de la sede de Noriega. Después de la invasión, Panamá disolvió el ejército. Desde entonces, ha habido elecciones periódicas.

Noriega fue encarcelado por tráfico de drogas, lavado de dinero y la desaparición de opositores en Estados Unidos, Francia y Panamá, donde falleció en 2017.

Los “Papeles de Panamá”

La imagen de un “paraíso fiscal” empeoró con el escándalo de los “Papeles de Panamá” en abril de 2016, cuando el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación informó que personalidades de todo el mundo evadieron impuestos y blanquearon capital a través del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca.

La investigación se basó en la filtración de 11.5 millones de documentos del bufete de abogados. Gobernantes, políticos, banqueros, atletas y artistas ocultaron propiedades, empresas, activos y ganancias mediante la creación de empresas opacas en Panamá.

Tras los “Papeles de Panamá”, el país introdujo reformas legales, pero la Unión Europea lo mantiene en su lista de “paraísos fiscales”.

El “Dubái de las Américas”

La capital de Panamá es la ciudad de rascacielos de América Latina. El expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) promovió a Panamá como el “Dubái de las Américas” por sus rascacielos, casinos, 150 bancos y el único metro en América Central.

Pero el país, con 4.4 millones de habitantes, tiene una tasa de pobreza del 22%, escasez de agua potable y un deficiente sistema de recolección de basura.

Su sistema político está marcado por el clientelismo y la corrupción. Martinelli fue condenado por lavado de dinero y buscó asilo en febrero en la Embajada de Nicaragua para evitar ir a prisión.

Pero Panamá también es una tierra de folclore y música. Es el lugar de nacimiento del cantante de salsa Rubén Blades, autor de la popular canción “Pedro Navaja”, y del exboxeador Roberto “Manos de Piedra” Durán.

El temido Darién

El territorio panameño es selvático, y la zona más inhóspita es la selva del Darién, fronteriza con Colombia. La Carretera Panamericana nunca pudo ser completada allí, y ahora sirve como un paso para los migrantes que viajan de América del Sur a Estados Unidos: más de medio millón en 2023.

Los migrantes, en su mayoría venezolanos, haitianos, ecuatorianos, colombianos y chinos, enfrentan el peligro de pandillas criminales, animales salvajes y ríos caudalosos.

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