El presidente Rodrigo Chaves anunció que su gobierno tiene la intención de reactivar el proyecto hidroeléctrico Diquis. El proyecto implicaba la construcción de un embalse en el río Grande de Térraba y, en su momento, generó controversias debido al impacto ambiental que conllevaría y a la inundación de territorios indígenas.
En noviembre de 2018, Irene Cañas, entonces presidenta ejecutiva del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), anunció la suspensión indefinida del proyecto, tras la inversión de $280 millones. La semana pasada, Chaves criticó las decisiones tomadas durante el gobierno anterior en relación a proyectos de electricidad.
“Mirando hacia atrás, el ICE predicó durante años, durante el gobierno de Carlos Alvarado, que Costa Rica tenía un exceso de capacidad de generación. Tenían miedo de seguir adelante con Diquís a pesar de la inversión de $280 millones que ya se había hecho; ese dinero se tiró al fuego. Vamos a revisar este asunto”, dijo Chaves.
Varios grupos ambientales e indígenas se manifestaron en contra de la reactivación de este plan. “Los pueblos indígenas lucharán hasta la muerte para que un proyecto como este no se lleve a cabo. El estado del río hoy es lamentable. Este año prácticamente parecía un barranco, no se veía agua, imagínense ese río con una presa”, dijo Pablo Sibar, líder Brörán.
También mencionó que este año el río parecía más un arroyo, debido a la falta de agua, y sería aún peor con la construcción de una presa.
“El presidente debería estar pensando en devolvernos nuestras tierras y que estas tierras vuelvan a regenerarse en bosque y nuevamente tener agua abundante para que el río no muera, para que el río siga vivo. Y si el río se seca, ¿qué pasa?” mencionó Sibar.
Chaves aclaró que si bien su equipo analizará la planta hidroeléctrica Diquis, su enfoque está dirigido hacia la diversificación de la matriz energética.
“Necesitamos tener diferentes opciones y deberíamos considerar la energía solar y eólica”, señaló.
