La Fiscalía de Medio Ambiente paralizó la construcción de un proyecto inmobiliario turístico ubicado en Manuel Antonio, Quepos, en el camino a Playitas Beach. El proyecto estaba siendo construido en una zona forestal dentro del Corredor Biológico Aguirre. El proyecto residencial, Islas de Manuel Antonio, estaba siendo desarrollado y consistía en una torre de apartamentos, un restaurante y un club de playa. El diseño de la torre incluía 16 pisos.
Se está investigando un presunto cambio ilegal de uso de suelo por “explotación forestal ilegal de la cobertura boscosa encontrada en el sitio”. Además, se solicitó una medida cautelar al Juzgado Penal de Quepos. La medida fue aceptada por un período de cuatro meses a partir del 31 de mayo, según un comunicado de prensa.
La Fiscalía está investigando los presuntos delitos de falsedad ideológica, prevaricación, cambio de uso de suelo, violación a la Ley Forestal y violación a la Ley de Aguas, bajo el expediente 18-000027-0611-PE.
Según la Fiscalía, las pruebas existentes respaldan que el sitio es terreno forestal y que forma parte del Corredor Biológico Aguirre, de vital importancia para los ecosistemas de esta zona, incluido el Parque Nacional Manuel Antonio.
La Fiscalía sospecha que el cambio de uso de suelo se materializó a través de la tala ilegal de la cobertura boscosa encontrada en el sitio. En marzo, aproximadamente veinticinco mil costarricenses firmaron una petición para detener la construcción de este proyecto inmobiliario.
Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, un corredor biológico es un territorio continental, marino-costero e insular delimitado cuyo propósito principal es proporcionar conectividad entre áreas silvestres protegidas y entre paisajes, ecosistemas y hábitats, ya sean naturales o modificados, rurales o urbanos, para garantizar el mantenimiento de la biodiversidad y los procesos ecológicos y evolutivos.
Actualmente, Costa Rica cuenta con 44 corredores biológicos, que representan aproximadamente el 33% del territorio continental. En ese momento, el desarrollador afirmó que cumplía con todas las permisos necesarios, que el proyecto era ambientalmente sostenible y que tendría un impacto positivo en la comunidad.
