Las fuerzas bolivianas arrestaron al comandante del ejército que lideró un intento de golpe contra el presidente Luis Arce el miércoles, poco después de que soldados rebeldes asediaron la sede del gobierno durante horas e intentaron derribar una de sus puertas.
Al final de un día frenético, el General Juan José Zúñiga fue arrestado fuera de un cuartel militar en La Paz y llevado a un vehículo policial acusado de terrorismo y alzamiento armado, según la fiscalía. “¡Estás bajo arresto, general!” dijo el Viceministro de Gobierno (Interior) Jhonny Aguilera, según imágenes de la televisión estatal.
Rodeado por unos ocho vehículos blindados, Zúñiga lideró a los hombres uniformados que intentaron ingresar al palacio presidencial en el centro de La Paz. Sus hombres utilizaron gas lacrimógeno contra las personas que intentaban acercarse al edificio. El oficial ingresó caminando por la misma puerta que uno de los vehículos de combate intentó derribar. Salió poco después por los mismos medios.
“Estamos frente a un intento de golpe de Estado por parte de personal militar que está manchando el uniforme”, dijo Arce al juramentar a un nuevo alto mando de las Fuerzas Armadas en el palacio, que en ese momento estaba rodeado por las tropas de Zúñiga.
Tras su retirada, el presidente salió a un balcón para dirigirse a cientos de simpatizantes: “Nadie puede quitarnos la democracia que hemos ganado (…). Estamos seguros: seguiremos adelante y continuaremos trabajando”.
Tanto el gobierno como el ex presidente Evo Morales, antiguo aliado de Arce y ahora rival político, habían convocado movilizaciones en respuesta al levantamiento militar. En sus redes sociales, el ex presidente boliviano suspendió la convocatoria después de que “se restableciera la calma en la sede del gobierno”.
La lucha política subyacente
Desde el martes, circulaban rumores sobre el probable despido de Zúñiga, quien había comandado el ejército desde 2022. El oficial había manifestado su firme oposición al eventual regreso al poder de Morales, quien compite con Arce por el liderazgo del partido gobernante de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
En una entrevista con un canal de televisión el lunes, incluso aseguró que arrestaría a Morales si insistía en postularse a la presidencia el próximo año. Por lo tanto, sorprendió su intento de golpe contra Arce. En el momento de su arresto, el general le dijo a la prensa que el presidente le había pedido el domingo que “preparara algo” para impulsar su popularidad.
Según Zúñiga, Arce argumentó que “la situación está muy complicada” y justificaba una acción que lo favoreciera. Arce y Morales han estado inmersos en una intensa pelea política desde hace unos años.
Apoyado por las reformas constitucionales que él mismo promovió, Morales ocupó la presidencia entre 2006 y 2019, cuando se vio obligado a renunciar, acosado por la crisis que estalló por presunto fraude electoral para obtener un cuarto mandato.
A finales del año pasado, el Tribunal Constitucional descalificó a Morales para ser candidato nuevamente, lo que el ex presidente interpretó como una maniobra en su contra por parte de su ex Ministro de Economía.
El ala gubernamental del Movimiento Al Socialismo (MAS) proclamó a Arce como su candidato para 2025. Otro sector respaldó la aspiración de Morales, que aún no ha renunciado a su ambición a pesar del fallo de los jueces. Por su parte, Arce aún no ha proclamado su candidatura.
Reacción internacional
Varios gobiernos y entidades internacionales se pronunciaron durante el día. Estados Unidos llamó “a la calma” y aseguró que “sigue de cerca la situación”, según un comunicado de un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó “cualquier forma de golpe de Estado” en Bolivia en la red social X. Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo estar “muy preocupado” por “las denuncias de un intento de golpe” y llamó a todos los actores “a proteger el orden constitucional y preservar un clima de paz”, informó su portavoz, Stéphane Dujarric.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) advirtió que “no tolerará ninguna forma de quiebre del orden constitucional” en Bolivia. El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, salió inmediatamente a denunciar el intento de derrocar a uno de sus principales aliados en la región.
“Al pueblo de Bolivia, todo el apoyo del pueblo de Bolívar. No al fascismo, no a los golpistas”, expresó el gobernante, declarándose en “emergencia y apoyo permanente” con los bolivianos.
