Acabo de leer un artículo en un sitio web relacionado con negocios en línea que cita extensamente a un expatriado estadounidense, lamentando el costo de vida en Costa Rica. Entre las afirmaciones se encontraba que los precios de los gastos diarios pueden ser el doble de lo que pagaba en los Estados Unidos. Cualquiera que haya vivido aquí por mucho tiempo sabe que pagamos más, mucho más, por ciertos artículos de lujo como vehículos. Pero ¿los gastos diarios?
Acabo de pasar casi un mes en los Estados Unidos, hice muchas compras y, a menos que este tipo estuviera viviendo desconectado, cultivando su propia comida, reparando su propio auto y mezclando su propia medicina, me muestro escéptico.
Un detalle importante mencionado en el artículo fue que nunca aprendió suficiente español para desenvolverse a un nivel básico. Incluso se quejó de que no había suficientes personas que hablaban inglés suficiente para comunicarse, agregando que si tienes la suerte de entender español de forma general, aún tendrás problemas porque omiten sílabas y hablan muy rápido.
Esto proviene de una persona que ha vivido en Costa Rica por más de diez años. Sonaba como yo en mis primeros meses aquí: ‘disculpe, no entiendo, hable despacio por favor’, excepto que ahora está en su segunda década. Me pregunté si siquiera podía decir que había vivido aquí durante 10 años, es decir: Yo he vivido 10 años en Costa Rica, o Tengo 10 años viviendo en Costa Rica.
Algunas personas tienen dificultades con nuevos idiomas. Cada conjunto de sonidos que conforman una afirmación en el nuevo idioma les parecen extraños, de otro mundo. Traduces en tu mente y buscas refugio en tu lengua materna. La inmersión total es la mejor manera de aprender el idioma, pero no todos pueden bombardearse manteniendo todos los diales, canales y corrientes sintonizados solo en estaciones que hablan español.
Cuando llegó el momento de elegir un lugar para vivir, se inclinó hacia áreas con grandes comunidades de expatriados como Santa Ana y Cariari, antes de elegir este último, cerca del campo de golf. Su apartamento actual cuesta $1,500 al mes, lo cual dijo que era una buena oferta al conocer al propietario. ¿Buena oferta? No es de extrañar que encuentre caro aquí. Nunca ha comprado una casa, ya que afirmó que el proceso puede “llevar años” en Costa Rica. En realidad, las casas se compran y venden aquí prácticamente todos los días.
En cuanto a los precios de los alimentos, menciona la carne de res y cita precios por libra (y no por kilo como realmente se vende aquí). Compra carne de res importada de Argentina, a $17 por libra (aproximadamente $37 o 18,000 colones por kilo). Aunque puede ser un desafío encontrar carne de res de buena calidad criada localmente, yo la consigo por alrededor de 12,000 colones por kilo, o aproximadamente $10 por libra.
Verifiqué en línea en Sam’s Club en los Estados Unidos y no muestra ninguna carne más barata. También mencionó que las frutas y verduras importadas son caras. ¡Claro que lo son al ser importadas! Es casi como si Costa Rica careciera de una abundancia de frutas y verduras frescas disponibles localmente, en cualquiera de los numerosos mercados de agricultores en todo el país.
Nadie afirma que Costa Rica sea el paraíso de los cazadores de gangas. Sabemos que es costoso en la región (de México a Colombia). Los últimos años han sido particularmente difíciles con la inflación mundial y la dramática caída de la tasa de cambio del dólar/colón, un golpe doble para todos los bolsillos. Pero la fuente que utilizaron era como hablar con el tonto en la mesa sobre póker.
Al menos podrían haber equilibrado encontrando a un expatriado, uno más flexible y cómodo con la cultura local. Uno que realmente pudiera hablar el idioma. Lo que obtuvimos fue esa especie conocida como gringo delicado, uno que quiere que todo, donde sea que vaya, sea lo más parecido posible a su hogar.
