La Playa Potrero en Guanacaste se ha convertido en una playa accesible para personas con discapacidad, movilidad reducida y adultos mayores. La playa cuenta con 33 metros de pasarelas retráctiles y una silla anfibia proporcionada por Las Buenas Acciones Verdes de Monge en colaboración con la Red Costarricense de Turismo Accesible.
La playa accesible estará abierta los miércoles, jueves y viernes de 9 a.m. a 5 p.m. y será gestionada por el Comité de la Bandera Azul Ecológica de la Playa Potrero. “Estamos muy contentos de reafirmar el compromiso de Monge con el medio ambiente y la sociedad con la sexta playa accesible. Este proyecto tiene dos propósitos: reducir la contaminación y generar un impacto social”, dijo Carlos Fernández, director del programa Buenas Acciones Verdes de Monge.
Desde 2021, se han recolectado más de 11 toneladas de tapas de plástico, que se utilizaron para construir e instalar más de 300 metros de pasarelas y seis sillas anfibias en seis playas: una en Playa Espadilla en Manuel Antonio, dos en Puntarenas, una en Manzanillo en Limón, una en Playa Ventanas de Osa y la más reciente en Playa Potrero en Guanacaste.
Organizaciones de personas con discapacidad de Guanacaste participaron en la inauguración y probaron el equipamiento. “Para la Red Costarricense de Turismo Accesible, cada inauguración de playa accesible es un paso más hacia el logro de nuestro objetivo. Todos tenemos derecho al ocio y la recreación. Gracias, Monge, por seguir cada paso a nuestro lado”, dijo Stephanie Sheehy, directora ejecutiva de la Red Costarricense de Turismo Accesible.
La silla anfibia soporta hasta 90 kg. Cuenta con tornillos de acero inoxidable, lienzo especial para aguas salinas, no absorbe humedad, pesa 26 kilos y está hecha de plástico reciclado.
Las pasarelas son modulares, pueden cubrir cualquier superficie, son altamente resistentes y tienen una larga vida útil. Cada panel pesa 74 kilos y mide 1,5 x 3 metros, con un total de 11 paneles que conforman los 33 metros ubicados en la Playa Potrero en Guanacaste.
Para construir esta pasarela y la silla anfibia se necesitaron 1,000 kilos de tapas de plástico, y el proceso costó US $6,300. La campaña para recolectar tapas de plástico está en curso en las más de 200 tiendas Monge en todo el país. Monge lleva el material recolectado a su centro de distribución, lo consolida y luego fabrica las pasarelas y sillas anfibias.
