Un encuentro extraordinario con la vida silvestre cautivó a un grupo de turistas italianos el martes por la tarde en el Parque Nacional Corcovado de Costa Rica. Eduardo Soto, un guía experimentado con más de ocho años de experiencia, capturó un momento impresionante mientras un jaguar merodeaba con gracia a lo largo de la orilla del río.
Añadiendo emoción, se avistó un puma en el lado opuesto del río, observando sigilosamente cada movimiento del jaguar. Los turistas italianos, viajando en barco, quedaron hipnotizados por la rara visión de dos de los depredadores más elusivos y poderosos en la naturaleza.
“Los visitantes italianos estaban asombrados; quedaron extremadamente impresionados”, compartió Soto. Para Soto, este avistamiento tenía un significado especial. El jaguar no es solo un animal icónico de la selva tropical, sino también un símbolo venerado en su cultura.
“Para mí, es muy significativo porque el jaguar es parte de mi cultura como un indígena Boruca”, explicó Soto. El jaguar, emblema de la comunidad Boruca, simboliza el espíritu guerrero y ocupa un lugar profundo en sus creencias espirituales, a menudo representado en máscaras y ceremonias tradicionales.
Esta mañana, el jaguar fue avistado nuevamente por otro guía turístico, Josue Baires. Él narró su experiencia. “A principios de esta semana, Eduardo Soto vio a este jaguar en las orillas del río Sirena. Hoy, decidimos ir muy temprano, a las 5 am, río arriba al mismo lugar, solo para ver si podíamos echarle otro vistazo”, compartió.
Para su asombro, el jaguar estaba allí, sentado en la orilla del río, bañado por la luz del sol de la mañana. “Estaba en shock y no sabía cómo decirle a mi novia que allí estaba, sentado en la orilla del río. Se veía muy limpio y deslumbrante con los rayos del sol que le daban. Los sentimientos son indescriptibles: escalofríos, piel de gallina, temblores”, añadió Baires.
El Parque Nacional Corcovado, situado en la Península de Osa en el suroeste de Costa Rica, es un tesoro de biodiversidad. Establecido el 24 de octubre de 1975, el parque forma parte del Área de Conservación de Osa y es reconocido por su rica variedad de vida silvestre.
Abarcando 4,260 hectáreas de tierra y 3,354 hectáreas de territorio marino, Corcovado brinda un santuario para una gran cantidad de especies, incluyendo jaguares, pumas y otros animales majestuosos. Sin embargo, los guías locales confirman que avistar a estas criaturas magníficas en la naturaleza es raro.
