Costa Rica reporta el mayor número de casos de acoso escolar a nivel mundial, según el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA). Un impresionante 44% de los estudiantes costarricenses dicen haber sido víctimas de acoso en algún momento.
Esta alarmante cifra sitúa a Costa Rica por delante de Kazajistán, con un 39%, y Marruecos, con un 37%, que ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente.
En América Latina, otros países muestran cifras significativas, aunque menores que las de Costa Rica. Colombia ocupa el puesto 11, con un 23% de estudiantes afectados, mientras que Brasil, Perú y Chile están empatados en el lugar 16, con un 20% de estudiantes que reportan acoso. En total, según el medio de comunicación alemán DW, se analizaron 80 países.
Los expertos señalan desafíos estructurales en América Latina que contribuyen a los altos niveles de acoso escolar. Estos incluyen la desigualdad social, la violencia crónica en algunas comunidades y recursos educativos insuficientes. Estos problemas crean entornos donde el acoso escolar es solo otro síntoma de la violencia social más amplia.
Lo sorprendente en el caso de Costa Rica es que, a pesar de ser un país con fuertes indicadores de desarrollo en comparación con otros en la región, encabeza la lista en casos de acoso escolar. Algunos analistas sugieren que esto puede deberse a una mayor conciencia sobre el problema y una mayor disposición a denunciar los incidentes.
Las autoridades educativas costarricenses han implementado varios programas para prevenir y combatir el acoso escolar, incluida la capacitación de profesores y estudiantes y el establecimiento de protocolos para abordar el acoso. Sin embargo, los hallazgos de PISA sugieren que estos esfuerzos no han reducido suficientemente el número de estudiantes afectados.
El informe de PISA enfatizó que el acoso escolar es un problema mundial, pero las altas tasas en América Latina, especialmente en Costa Rica, subrayan la necesidad urgente de fortalecer las políticas públicas y los recursos para abordarlo. Si bien algunos países han logrado reducir el acoso escolar, aún queda mucho trabajo por hacer en la región para crear entornos escolares seguros y libres de violencia.
Costa Rica debe desarrollar una estrategia integral para su sistema educativo. Las escuelas del país enfrentan una crisis más amplia, que amenaza el bienestar de los estudiantes, así como su futuro personal y académico.
