Amenazan a la Vida Silvestre Única de Costa Rica los Mercados Negros Digitales

Digital Black Markets Threaten Costa Rica’s Unique Wildlife

El surgimiento de plataformas digitales ha facilitado el comercio pero también ha estimulado actividades ilícitas, incluido el comercio ilegal de vida silvestre. En el caso de Costa Rica, estas plataformas se han utilizado para el comercio ilegal de vida silvestre. Luis Diego Hernández, fiscal coordinador de la Fiscalía Ambiental, señaló que esto representa un desafío significativo para las autoridades.

“Costa Rica se ha convertido en un ‘banco de especies’ debido a las décadas de conservación del país. Hemos detectado mercados en al menos 17 países, incluidos Alemania, la República Checa, España, Rusia, Estados Unidos y Canadá”, dijo.

Según Hernández, diversos envíos confiscados han incluido artículos que van desde orquídeas en miniatura, anfibios, ranas de vidrio y mariposas morpho hasta aletas de tiburón y especies más emblemáticas, como el pinzón del café, endémico de El Guarco de Cartago, y los marmosetes.

La biodiversidad de Costa Rica atrae a muchos compradores y el país se ha visto afectado por la creciente demanda de vida silvestre en los mercados internacionales, especialmente en Asia, donde muchas especies se utilizan como afrodisíacos o mascotas.

Uno de los aspectos más preocupantes de este comercio es su estrecha relación con el tráfico de drogas. Estas actividades ilícitas no solo comparten rutas, sino que también se aprovechan de las bajas penas criminales para el tráfico de vida silvestre.

Los efectos de este comercio ilegal son devastadores tanto para las especies como para los ecosistemas. Hernández relató el caso de una confiscación en la que se decomisaron 17 marmosetes de Panamá.

“Llegaron deshidratados, y algunos tenían úlceras. Muchos murieron porque fueron transportados en cajas inadecuadas. Este mercado ilegal no solo daña la fauna, sino que también debilita el comercio legal de especies al fomentar el abuso de los recursos naturales”, agregó Hernández.

A medida que el tráfico de vida silvestre crece, las redes criminales se han vuelto más sofisticadas, adaptando sus métodos para evadir la detección. Ahora emplean profesionales como programadores y piratas informáticos para garantizar el anonimato en las transacciones.

“Estas organizaciones tienen un alcance amplio y casi cualquiera puede encontrar el animal que desee en la web oscura. Muchas de estas operaciones utilizan criptomonedas como forma de pago, lo que facilita el lavado de dinero y dificulta rastrear a los perpetradores”, explicó el fiscal.

También hay casos locales en los que se venden diferentes especies en el mercado nacional. Por ejemplo, a principios de septiembre, las autoridades encontraron una de las serpientes más venenosas de Costa Rica, la cabeza negra de coral (Lachesis melanocephala), en cautiverio y a la venta en una casa en Osa, Puntarenas, por $100.

Según las autoridades, la Organización de Investigación Judicial (OIJ) realiza patrullajes cibernéticos constantes en las redes sociales para detectar posibles infractores. Estos casos destacan la necesidad urgente de regulaciones y aplicación más estrictas para proteger la rica biodiversidad de Costa Rica de la creciente amenaza del comercio ilegal.

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