Un equipo de especialistas de la Universidad Nacional, la Asociación de Profesionales del Cocodrilo (ASOPROCROC) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía ha concluido un estudio de población de cocodrilos en Costa Rica. Surgieron preocupaciones sobre si el país enfrentaba una posible sobrepoblación de cocodrilos.
Los expertos llevaron a cabo un análisis que incorporó más de 40 años de investigación y documentación en Costa Rica, junto con publicaciones científicas y los últimos datos. Este estudio determinó que la población de cocodrilos ha estado recuperándose en los últimos años, después de que la especie estuviera cerca de la extinción debido a décadas de caza.
El informe concluye que no hay una sobrepoblación en ninguna área del país. También señala que en algunos lugares, las comunidades humanas y las poblaciones de cocodrilos convergen, aumentando el riesgo de peligrosas interacciones humano-cocodrilo.
“Dada la riqueza de nuestra biodiversidad y el papel fundamental de estos animales en los ecosistemas, es imperativo fortalecer la protección de la vida humana y la vida silvestre, involucrando a ciudadanos, academia y otros actores relevantes a través de la promoción de la educación ambiental y procesos coordinados”, explicó Jorge Mario Rodríguez, Vice Ministro de Ambiente.
El Vice Ministro agregó que desarrollar metodologías óptimas para reducir las interacciones negativas con esta y otras especies no solo es un enfoque responsable y ético, sino que es un mandato legal.
“Como gobierno responsable comprometido con la salvaguarda de la vida humana y los recursos naturales, tenemos un protocolo de acción conjunto entre las fuerzas policiales del Ministerio de Seguridad Pública y el Ministerio de Ambiente y Energía, a través del SINAC, para el uso de la fuerza letal en situaciones de emergencia que involucren a humanos y cocodrilos. Esto es parte de una hoja de ruta que estamos desarrollando para prevenir y abordar estas interacciones con la especie”, agregó.
Parte de estas acciones se está llevando a cabo con fondos del Primer Intercambio de Deuda por Naturaleza, en un proyecto con la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional, a través de FUNDAUNA.
SINAC señaló que solo el personal autorizado debería manejar animales salvajes, y es recomendable mantenerse alejado de ríos, esteros y lagunas donde hay cocodrilos, además de prestar atención a la señalización preventiva y consultar a los vecinos en caso de duda.
“Es crucial tomar precauciones adicionales con los niños, manteniéndolos lejos de las orillas de los ríos y esteros donde se sabe que residen cocodrilos. Las desembocaduras de los ríos son particularmente favorecidas por los cocodrilos”, enfatizó SINAC.
