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Costa Rica President Considers Controversial Crocodile Hunting Season

El Presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció que ha discutido y analizado la posibilidad de una temporada de caza de cocodrilos con su equipo. Informes de ataques a personas y mascotas han surgido en redes sociales, con fotos y videos virales mostrando a estos animales en diversas playas nacionales. En respuesta, muchos han sugerido que se debería permitir la caza de cocodrilos.

Sin embargo, estudios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y la Universidad Nacional (UNA) revelan que Costa Rica no tiene una superpoblación de cocodrilos, aunque la especie ha mostrado signos de recuperación. La legislación nacional y los tratados internacionales, de los cuales Costa Rica es signatario, no permiten la caza de especies silvestres. A pesar de esto, las discusiones del gobierno han generado preocupaciones.

Los expertos advierten que una temporada de caza probablemente tendría consecuencias ambientales no deseadas, pudiendo empeorar los problemas que pretende abordar. “Dependen del espacio, el refugio y la alimentación. Si hay suficiente comida, se reproducen; si no, se atacan entre sí. Por ejemplo, las hembras a veces inhiben la reproducción cuando los recursos escasean”, explicó Laura Porras, bióloga de la Universidad Nacional.

La provincia de Guanacaste se vería especialmente afectada, ya que alberga a un gran número de cocodrilos que ayudan a mantener la humedad del suelo. Sin ellos, las sequías podrían intensificarse. Otro papel clave que desempeñan los cocodrilos es controlar otras especies para evitar la superpoblación.

Porras también señaló que la reducción de cocodrilos en ríos y lagunas perturbaría el equilibrio de nutrientes y minerales en el agua y el suelo. Ella enfatizó que la idea de la caza como una solución a la supuesta superpoblación, o como una forma de generar beneficios económicos a través de la venta de carne y piel de cocodrilo, es poco realista, especialmente porque la ley costarricense prohíbe la venta de subproductos de cocodrilo.

Porras también subrayó que Costa Rica no debería seguir prácticas utilizadas en otros países, como Estados Unidos, donde las poblaciones de reptiles son mucho más grandes. “Cuando la gente sugiere que adoptemos prácticas de Estados Unidos, digo, seguro, excepto que Luisiana solo tiene 300,000 caimanes. En Costa Rica, si tenemos 5,000 en todo el país, eso es mucho”, agregó.

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