Costa Rica lucha por proteger la naturaleza en medio de recortes presupuestarios

Costa Rica Struggles to Protect Nature Amid Budget Cuts

El patrimonio natural de Costa Rica está en peligro. El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) enfrenta la mayor reducción en personal y presupuesto en los últimos cuatro años. SINAC supervisa el 25% del territorio terrestre del país y el 30% de su territorio marino, que están designados como áreas protegidas.

Según la institución, 152 áreas protegidas son gestionadas directamente por solo 517 miembros del personal. Esto equivale a un funcionario siendo responsable de aproximadamente 347 km². Entre 2020 y 2021, mientras que la superficie de tierra protegida aumentó en un 524%, el presupuesto institucional disminuyó un 37%, y las horas dedicadas a los esfuerzos de control y protección cayeron un 70.2%. De 2020 a 2023, la fuerza laboral se redujo un 6%, y el presupuesto siguió disminuyendo, con una reducción del 42% en 2024 en comparación con 2020.

El creciente número de turistas que visitan el país, la creciente amenaza del tráfico de drogas y la continua disminución del presupuesto y recursos de SINAC plantean riesgos significativos para el bienestar de las áreas protegidas en todo el país. Los expertos ambientales están de acuerdo en que las áreas protegidas de Costa Rica no deben ser vistas como un gasto, sino como una inversión.

“Debemos reconocer las verdaderas contribuciones que las áreas protegidas hacen al país, como brindar protección contra desastres naturales, atraer turistas, promover la polinización y generar actividad económica a través de cadenas productivas”, dijo Allan Valverde, Decano de la Facultad de Ambiente y Desarrollo de la Universidad para la Cooperación Internacional.

También enfatizó que no cuidar adecuadamente estas áreas podría conducir a problemas sociales graves, ya que la mayoría de las regiones protegidas están ubicadas cerca de comunidades vulnerables que dependen de los negocios asociados con estas áreas. Los especialistas también subrayaron la importancia de fomentar asociaciones entre los sectores público y privado, así como involucrar a las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones.

“En Costa Rica, nos dimos cuenta de que no lograríamos nuestros objetivos de conservación solo con áreas protegidas. Por lo tanto, la gestión de la conservación también debe tener lugar fuera de estas áreas. SINAC no puede hacer esto solo, por lo que es crucial atraer asociaciones público-privadas”, dijo Carlos Hernández, Director del Sistema de Reservas Privadas del Centro Científico Tropical (CCT).

Al mismo tiempo, Miguel Madrigal, Presidente de la Asociación de Guardaparques Jubilados, resaltó los riesgos en el proceso de toma de decisiones de SINAC, afirmando que “las decisiones técnicas están siendo influenciadas cada vez más por agendas personales dentro de los organismos creados por legislación”.

Costa Rica necesita políticas ambientales que prioricen la protección de sus tesoros naturales más preciados. El país no puede darse el lujo de perder su rumbo, y sus ciudadanos deben exigir decisiones que salvaguarden el espíritu conservacionista que ha sido durante mucho tiempo un pilar de la nación.

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