El mar Mediterráneo ha sido testigo de un grave incidente que involucra al carguero ruso Ursa Major, el cual se hundió la noche del pasado 23 de diciembre. Según las autoridades rusas, el hundimiento fue causado por una explosión en la sala de máquinas del barco, un suceso que la compañía propietaria, Oboronlogistics, ha calificado como un posible acto terrorista. Mientras tanto, la incertidumbre rodea las verdaderas intenciones del viaje del Ursa Major, que había partido de San Petersburgo con rumbo, según algunos, hacia Vladivostok.
El hundimiento y el estado de la tripulación
Durante la dramática noche del hundimiento, el capitán del Ursa Major reportó haber escuchado hasta tres explosiones en la sala de máquinas, lo que generó una rápida respuesta de emergencia. El barco, que se encontraba a aproximadamente 2.5 kilómetros de profundidad en el Mediterráneo, llevaba a bordo a dieciséis tripulantes. De ellos, catorce fueron rescatados y se encuentran alojados en un hotel en Cartagena, España, esperando su repatriación. Sin embargo, dos tripulantes aún se mantienen desaparecidos, lo que ha generado gran preocupación entre sus familias y amigos.
Rescate en medio del caos
Las labores de rescate fueron llevadas a cabo por el Servicio de Salvamento Marítimo de España, que desplegó varios barcos, incluyendo los Draco, Clara Campoamor y Serviola. Gracias a su rápida acción, se logró salvar a la mayoría de la tripulación. Según informes, había alrededor de 350 toneladas de gasóleo aún en los tanques del barco hundido, lo que presenta un riesgo potencial de contaminación, aunque las autoridades han asegurado que no hay un peligro inminente de un vertido.
¿El Ursa Major tenía un destino secreto?
El Ursa Major estaba en ruta hacia Vladivostok con carga de equipo para rompehielos, pero hay quienes especulan sobre un posible destino oculto. Medios británicos sugieren que el barco podría haber estado tratando de llevar material a Siria, lo cual añade una capa adicional de complejidad y misterio a la situación. Fuentes rusas han confirmado que el barco transportaba grúas y otras piezas importantes, pero la falta de información clara ha dejado abierta la posibilidad de que este viaje tuviera un propósito diferente.
Investigaciones en curso
Mientras tanto, la Capitanía de Cartagena ha iniciado una investigación sobre el incidente, en coordinación con la Comisión Nacional de Investigaciones de Accidentes en España y las autoridades rusas. El contexto del ataque y las condiciones que llevaron a la explosión están siendo examinados. Las investigaciones tienen como objetivo determinar si realmente fue un acto de sabotaje y quiénes podrían estar detrás de este incidente. La atención se centra no solo en la seguridad de la tripulación, sino también en las implicaciones políticas que esto podría tener en el escenario internacional.
La sombra del terrorismo
Rusia ha enfatizado que el hundimiento del Ursa Major podría estar relacionado con acciones terroristas, lo que ha desencadenado reacciones en los medios de comunicación internacionales. Cualquier intento de desestabilizar la seguridad en la región del Mediterráneo se considera una amenaza seria, y por lo tanto, el Kremlin está decidido a investigar a fondo. La sensibilidad de este incidente subraya la preocupación no solo por la vida de los desaparecidos, sino también por las posibles repercusiones que puedan surgir a nivel global.
Lo que viene después
A medida que se desarrollan las investigaciones, la comunidad internacional presta atención a los detalles que puedan surgir sobre las circunstancias de la tragedia del Ursa Major. La incertidumbre sobre el verdadero propósito del viaje ha dejado a muchos cuestionando las intenciones del barco y, por ende, de Rusia. Aunque muchos en el país esperan que los desaparecidos sean encontrados y devueltos a salvo, las preguntas sobre la seguridad en las rutas marítimas y la naturaleza de las operaciones rusas en el Mediterráneo continúan al frente del debate.